Tengo una crisis de fe. Creo que ya no puedo seguir aferrado al argumento de que no importa lo que suceda, los diarios continuarán.
Cual Biblia he tomado a expertos que desde libros, artículos o
blogs propagan cómo los periódicos resistirán el embate, siempre y cuando, sean relevantes, oportunos, adaptables, expliquen no el qué sino el por qué, y demás...
Hoy ya no sé qué creer. En parte, porque aquellos a los que me leído estos años estan inmersos en el negocio, de hecho es SU negocio. Se dedican a la edición, diseño o consultoría de grupos editoriales.
Por un lado, ellos afirman que los rotativos que aprendan a leer la necesidad de su entorno podrán sobrevivir y no estarán condenados a perder la cabeza; pero por el otro, la gente de mi generación, aquella con la que convivo todos los días, no compra un diario ni por casualidad. Y no son apáticos: leen blogs, opinan, suben notas interesantes al Facebook, actualizan su Twitter... informados están. Y si optan por un periódico es sólo en su versión gratuita .com.
"Bueno, pero es que los jóvenes no leen los diarios, espera a que cumplan 30 o 35" afirman los optimistas del negocio. Pero lo cierto es que las generaciones arriba no tuvieron el
boom de Internet como sucede ahora, para ellos el periódico era más parte de su vida, ¿por qué estamos tan seguros que, aquellos que hoy tienen 18, dentro de 10 años van a empezar a comprar su diario?
Eso sí, creo que sigue y seguirá existiendo
hambre por leer grandes historias y reportajes deslumbrantes, y que el mejor medio para hacerlo es el papel (después de 2000 ccs. paso del leer en pantalla, eso es tortura), de lo que no estoy convencido es que sea en ediciones diarias.
No ha sido una semana nada positiva para la prensa. NYT hipoteca su sede y sus acciones caen 60% mientras que Tribune (Chicago Tribune, LA Times, etc...) anuncia bancarrota.
¿Será tiempo de abandonar el romanticismo y aceptar que los días de los diarios están contados? Quiero creer, pero el ateísmo se ha apoderado de mí.